lundi 27 mai 2013

El castigo divino : entre realidad y sobrenatural


El castigo en ambas obras se nos ofrece como una aventura pero también como un delirio porque están perdidos entre la realidad y la muerte que le espera. Al analizar este tema, nos adentraremos en un mundo fantasmagórico oscuro y de ultratumba que rompe bruscamente con la realidad. 



Dentro de este tema, notamos que tanto Don Juan como Don Félix contemplan su propio entierro. Este hecho aumentará la agonía de esos hombres al enfrentarse a la consecuencia de sus actos, que resulta ser la muerte.

En "El estudiante de Salamanca" don Félix tiene una visión de una mujer que aparece como borrosa pero su curiosidad hace que se deja guiar por ella, pensando ya en sus nuevos proyectos amorosos. En adelante, descubrirá la trampa al ver que ya no camina entre los vivos sino que va hacia Elvira y el hermano de ella.

El carïado, lívido esquelo,
los fríos, largos y asquerosos brazos,
le enreda en tanto en apretados lazos, […]





En la obra de Espronceda asistimos a la visión de la dama como un esqueleto que incita al horror es un ambiente lúgubre frente al castigo sobrenatural que sufrirá irremediablemente a Montemar.

La escena fantasmagórica entre Elvira y Félix se parece mucho a la entre Doña Inés y Don Juan; el fantasma de Inés llega a don Juan.          
Al principio Inés le habla bajo la forma de una sombra no perceptible, lo que queda a Don Juan en la incertidumbre.  
A continuación este momento se diferencia en la obra de Zorrilla puesto que Inés no aparece bajo la forma de un esqueleto sino bajo su forma natural.
Se ve claramente con la acotación que sigue y ademas en la descripción que hace Don Juan Tenorio: 

Don Juan: (fascinado)
¡Yo estoy sonando quizás
 con las sombras de un Edén!

Las dos mujeres tienen mucha semejanza porque mueren por sus amados y después aparecen en forma de fantasma. Elvira bajo la forma de un esqueleto mientras que Inés se muestra bajo su forma natural, muy hermosa.

La última diferencia entre ellas es que Dona Inés salva a Don Juan Tenorio y se lo lleva al cielo con ella :

Doña Inés: 
[...] La voluntad de Diós es 
de mi alma con la amargura 
purifiqué su alma impura, 
y Diós concedió a mi afán
la salvación de don Juan
al pie de la sepultura.

Elvira sigue a Don Félix por amor: 

"sus bodas fatídica tea, 
es brinde deleites y sea
a tumba su lecho nupcial". 


Elvira, a diferencia de Inés, no salva a Félix, no se van en el paraiso sino que Elvira deja que Don Félix se vaya en el infierno y le sigue por amor:

[...]
"que en forma de mujer y en una blanca
túnica misteriosa revestido,
aquella noche el diablo a Salamanca
había en fin por Montemar venido!..."
[...]

Por último, compara a Elvira con el diablo porque el diablo lo ha arrancado de la vida tanto como Elvira.
Ella no lo ha salvado y prefirió irse con él en el infierno y quedarse para siempre con él. 
Son sentimientos no compartidos, él no la ama, por lo tanto deberá ser con ella para la eternidad, tal es su purgatorio. 






Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire